LA VIDA: EL CAMINO DEL GUERRERO PACIFICO

Las personas se la pasan años buscando la manera de saber cuál será su futuro, leen el tarot, la carta astral, diariamente consultan su horóscopo, etc., buscan desesperadamente conocer el día de su muerte, ¿para qué? Y en ello gastan su vida no viven cada momento sin imaginar que tienen una enfermedad terminal, sí todos tenemos una enfermedad terminal la adquirimos al momento del nacimiento, se llama “vida”, y por ello hay que disfrutar cada día como si fuera el último sin olvidar que aunque sea terminal, a muchos enfermos en estas condiciones les dan una fecha para morir pero aun así su determinación y ganas les ofrecen muchos más días para celebrar todas las potencialidades que no recordó tener.

El camino del guerreo, película basada en el libro de DAN MILLMAN pretende llevar iluminación a la vida de las personas. Cuenta la historia de la relación entre las realidades que ocurren en la vida cotidiana y las enseñanzas espirituales que se enlazan a ellas mismas. Observar detenidamente la película permite relacionarse con la historia y que seguramente le conmoverá por los mensajes.

Existen diferentes “entradas”, por así decirlo, que se descubren en ella,  que le muestran a una persona el potencial que hay en cada uno. Temas como la fantasía, la mente, el dinero, la energía, las emociones, la intuición, el miedo, el corazón, la sexualidad, el servicio y cómo la suma de las influencias más positivas a la vida puede significar grandes cosas.

Hay mensajes fuertes en toda la película que nos enseñan a comportarnos de manera más serena en lugar de sucumbir a los sentimientos y pensamientos negativos que pueden causan problemas y privaciones en la vida. Mensajes que permiten detenerse a pensar en cómo cada uno puede reaccionar ante diferentes situaciones y cuál sería la forma apropiada de reaccionar  para tener una vida pacífica y verdaderamente productiva. Si no podemos controlar los acontecimientos, ni los pensamientos que vienen como olas ni los sentimientos que nos generan ciertas circunstancias, entonces tenemos que aprender a controlar las respuestas que ellos pretenden que.

Dan Millman se dedico muchos años a la formación atlética. Pero se da cuenta de que duda de sí mismo y tiene miedo de tomar decisiones a los acontecimientos que no maneja en su vida, en su camino a la iluminación conluye que tienen una voluntad superior, un nivel de integridad más alto, ideales más altos y cuando pone todos sus pensamientos en ellos puede no solo lograrlos si no también mantenerlos. Cada situación que se le aparece a Dan Millman puede ser equipada con algún evento en la vida de cada persona, y en muchos momentos sentirse identificados o simplemente asociarlas con él y aprender también las mismas lecciones.

No se puede controlar lo que nos sucede día con día en la mayoría de los casos pero cada uno tiene el control de cada reacción, y entender también que con sólo soltar el control y permitir que las fuerzas que son mucho mayores que la nuestra entran en nuestra vida, seguramente veremos que somos más fuertes y que tenemos más paz. 

El dicho popular reza “el fin justifica los medios”, pero los medios son tan o más importantes que el fin, por qué no es suficiente con llegar, y se perdió más en el camino que lo que se consiguió al final entonces que victoria sería esa, es como comprar algo y venderlo al mismo día por la mitad de su valor, es por eso que no cada uno es arquitecto de su propia existencia, para que cuando lleguemos a la cima sin haber ganado nada, no solo nos quede bajar, si no todas las experiencias que el camino nos brindo y que justifican la victoria.

La película resume el libro en una horas sin dejar de lado temas vitales como, estar presentes, vivir el aquí y el ahora, por ejemplo. Todo el mundo puede conseguir una cosa de estos mensajes. Todos pueden sacar algo de ella, para los que creen que tienen poco tiempo y no disfrutan de las maravillas de la  vida.

INTEGRANTES: LORENA PUERTO
                       JULIAN MUÑOZ
                       LILIANA PEÑA

                       GISELLE CASTAÑEDA