domingo, 9 de octubre de 2011

El largo camino de los jóvenes y sus constantes cambios, durante las etapas de la vida.


En la vida de las personas se presentan diferentes cambios constantes que se ven reflejados en todo sentido de su cuerpo como una transformación del pensamiento concreto en pensamientos, el pensar intuitivo concreto cambia por el pensar satisfactorio, es decir, no necesita ya interpretar a las imágenes representativas del objeto, va independizándose de ellas. Esto se refleja en la formulación de definiciones que resalten su diversión y felicidad, sin darse cuenta de que cada instante se da un cambio y se vive un aprendizaje de llevar la vida a ciertos puntos claves que aporten a lo inesperado o esperado por cada persona, los jóvenes piensan que la vida es un paso largo que tienen que dar sin medir los limites, esto se puede recaudar que aunque se crea que se puede estar en la cima y tenerlo todo y creer que es el mejor en lo que hace porque se cree tener un don, los jóvenes también se equivoca y llegan a la conclusión que durante toda la vida uno debe aprender cosas, que siempre mediante el esfuerzo se pueden obtener resultados, pero que esos resultados siempre van a ir de la mano con la madurez y la conciencia de lo que se hace, que se deben hacer las cosas por amor a hacerlas no por simplemente destacar en algo porque cuando se hacen con amor se encuentra la felicidad, la satisfacción de haberlo dado todo por eso y que ese logro no es igual a los demás que se consiguieron sin ese tipo de esfuerzo, ese logro sabe a gloria porque se sufrió con todo para obtenerlo. Las formas negativas de la conducta cesan repentinamente, comienza a experimentar su mundo exterior, pensamientos, sentimientos, emociones, impulsos, aspiraciones y deseos, además descubre el mundo psíquico de los que lo rodean, estableciendo una distinción entre ambos. Descubre su yo, pero también alcanza la facultad de comprender el obrar y comportamiento exteriores de una persona por los motivos, por los rasgos de carácter, por los sentimientos. Los jóvenes se consideran a sí mismos muy importantes, se encierran en sus sentimientos, sobrestiman su vivencia, y dictan sus juicios, la autoformación el despertar del afán de valer pertenece a la pubertad espiritual, por eso carece de la espontaneidad propia de los procesos biológicos, pudiendo no darse en absoluto o apenas. Por eso, en la medida en que aparece el afán de valer, despierta también la voluntad de formarse y perfeccionarse a sí mismo. Despierta en él la conciencia de que es necesario poner en orden el caos interior, la incipiente voluntad de autoeducación caracterizada por las decisiones que tomen en cada etapa de su vida o conductas irregulares que hagan participe de su personalidad o se reflejen en su formación lo cual se puede ver estimulado por personas ejemplares, se forma en el alma del joven un ideal, que actúa como directriz de su vida. El ideal es una suma de los objetivos personales, formado por la acción conjunta de la percepción de la persona ideal y de la aspiración a los valores. Este ideal puede ajustarse en más o en menos a la persona elegida como un ejemplo en donde se resalte el  Impulso de aislamiento, de no menos importancia es la característica de la pubertad cultural, que consiste en apartarse del mundo social, a la cual va unida la introversión. A través de la misma se desarrolla la crítica y comprensión de sí mismo y de los demás. El haber logrado dominarse, los éxitos en el trabajo, en los estudios, y la alegría de vivir contribuyen a fortalecer el sentimiento del propio valor, la fuerza e impuso vital es tan grande que puede disipar rápidamente cualquier depresión, constitución de la forma de vida abandonado las basuras de sentimientos o pensamientos que afecten cada paso de su vida y la consolidación de un mundo de valores propio logra marcar en el joven una dirección valorativa ejemplar para regir su vida.    
ADRIANA ARAMBULA
MARICELA NAJAR
ADRIANA BORDAKARINA CHAPARRO                                                                          
PAOLA MARTINEZ
KATHERINE PANADERO

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